viernes, 20 de noviembre de 2015

Salinas artesanas de manantial


 
Andalucía, tierra adentro, fue y es poema de sal, territorio y paisaje vivo y vivido que año tras año se tiñe de blanco cada verano. La sal, esencia sublime de mares antiguos que duermen bajo tierra calma de campiña, aparece en forma de laguna y corriente salada, naturaleza de adaptada al medio salino.

 
Pero la sal es también oro blanco que despierta en cama de piedra de salina con canto de salinero artesano. Sol, viento y salinero hacen de la salina caldero mágico de cocción de salmueras, proceso mágico que acompaña al hombre desde hace miles de años.

 
Una visita a nuestras salinas representa una oportunidad única de conocimiento y ocio, descubrir el patrimonio histórico y natural, compartir historias de vida y añoranza de viejos salineros, naturaleza y esperanza de nuevos artesanos, salir de lo común y descubrir la vida de la sal y las salinas de interior de Andalucía.

Salicornia


 
La salicornia forma parte de la vegetación natural de los paisajes de la sal. Gabela de Sal es pionera en la recolección y comercialización de esta planta como parte de un nuevo modelo de aprovechamiento integral de las salinas de manantial.

 
La salicornia es rica en minerales esenciales y nutrientes de origen vegetal que añaden un sabor salado especial para acompañar en forma de guarnición carnes y pescados. También esparragada o escaldada la salicornia es todo un descubrimiento de la nueva cocina andaluza.

 
Sal, naturaleza e historia llegan a nuestra mesa de la mano de nuevos tipos y variedades de sal y alimentos frescos como la salicornia, un producto natural que concentra lo mejor de la campiña andaluza.

Sal y salmuera natural industria alimentaria


 
Hasta mediados del siglo XX las salinas de manantial eran la principal fuente de sal y salmuera de las industrias alimentarias de la región. Con la recuperación de las salinas de interior la sal artesana de manantial vuelve a estar presente en sectores clave de la industria andaluza.

 
De la mano de Gabela de regresa la sal a los saladeros tradicionales de tierras de montanera y queso, a la artesa de la tahona y la matanza, así como a la orza de aceitunas y alcaparras.

 
Vuelve desde el saber artesano el sabor más blanco y salado del interior de Andalucía; un nuevo salero andaluz comprometido con la salud, la naturaleza y la historia andaluza, una próxima denominación de origen protegida única en el contexto europeo, una nueva forma de ver, hacer y ser simplemente sal y salina artesana.

Surtido de sal artesana de manantial


 
La diversidad de formatos, tipos y variedades de sal artesana se reparten en diferentes surtidos para ofrecer el máximo sabor en la cocina. Cada surtido incluye una muestra de nuestras sales con una introducción al mundo de la sal artesana de manantial.

 
Incluimos la sal virgen para el uso tradicional con la garantía de origen y calidad de nuestras salinas, la flor de sal para añadir un sabor salado especial, la sal piramidal y cristales de sal para emplatar de forma sorprendente, un coral de sal y una muestra de salmuera de sabor intenso, y diferentes tipos de sal condimentada con nuestras mejores especias según pedido.

 
Descubra y pruebe toda una representación del sabor y saber de la sal y las salinas artesanas del interior de Andalucía.

Salmuera natural de manantial


 
La salmuera natural es aguasal obtenida directamente de los manantiales salados de la salina, un producto que garantiza el máximo sabor con la mínima cantidad de sal, utilizado de forma habitual en la cocina tradicional.

 
La intensidad de sabor es fruto de las diferentes sales disueltas que desde el Triásico vuelven a la superficie como fuente salada para la cristalización de diferentes tipos y variedades de sal de manantial.

 
En cada gota de salmuera hay un mundo de sabor y saber artesano ideal para sazonar con sabiduría todo tipo de ensaladas o limitar el consumo de sal sin renunciar al sabor salado de las tierras de interior de Andalucía.
 

Sal de manantial especiada


 
La Sal Especiada combina diferentes vinos, especias y condimentos para añadir más sabor en la cocina. En nuestro taller de sal profundizamos en la cocina de Apicio para recuperar sabores antiguos de sal y Re Coquinaria.

De nuestras bodegas, montes y huertas, seleccionamos los mejores vinos y especias para crear nuevos sabores y texturas, ideas nuevas que generan sales únicas y personalizadas para cada uno de nuestros clientes.

 
Carnes, pescados, verduras y postres ofrecen nuevos sensaciones cromáticas y gustativas con una pizca de sal condimentada con ralladura de naranja y limón, azafrán, alcaparra, trufa, o vinos olorosos y tintos.
 

Coral de sal de manantial


 
El Coral de Sal es un producto natural que crece con vida propia en la salina, una forma singular de sazonar con una variedad exclusiva de sal que se convierte en polvo fino de intenso sabor salado.

 
Por su sabor y textura fina añade un toque salado final en la presentación de carnes, pescados y verduras. El coral contiene diferentes sales naturales de manantial fruto de un largo proceso de cristalización natural que incorporan al sabor salado matices picantes y amargos.

 
Saboree de forma sorprendente la sal viva de la salina y experimente la sensación de añadir una pizca de sal en cada ralladura de nuestro coral, un producto natural que nace y crece en la salina como especie natural de las aguas saladas de la campiña.

Losa de sal de manantial


 
La Losa de Sal recuerda a viejos panes y quesos de sal de los viejos salineros, y la sal cristalizada en los espumeros naturales de los arroyos salados de la campiña. Del lecho salado del manantial seleccionamos diferentes tipos de cristales naturales para crear nuestra propia cerámica salada.

 
Cada plato de sal es una oportunidad única de sorprender en la mesa con diferentes tamaños y texturas. El plato de sal sigue el patrón regular de la cristalización de la sal, mientras que otros cristales adoptan formas orgánicas sobre el canto rodado y la piedra del manantial.

 
La losa de la sal es un producto artesano que crece de forma natural, frágil y delicado para crear nuevas formas de emplatar y presentar lo mejor de nuestra cocina. Sorprenda en cada plato con un lecho salado de puro sabor artesano.

Cristales de sal de manantial


 
Los Cristales de Sal crecen en forma de láminas delicadas de sabor suave que se recogen a mano de la superficie de la pileta. Cada cristal encierra la esencia salada de la tierra y el agua de cada salina del interior de Andalucía.



En la presentación de carnes y pescados el cristal aporta ligeros matices salados que aparecen lentamente con la fusión de cada lasca de sal. Por su sabor y textura delicada el cristal es también ideal para realzar sabores dulces y afrutados en ensaladas y postres.

 
Rompa el cristal en cada plato para sorprender en la mesa con sabores únicos y nuevas formas de sazonar, descubra la combinación mágica de la sal y el agua, y la experiencia sublime de la sal en su mano.

Sal piramidal de manantial


 
La Sal Piramidal crece en la salina como estructura cristalina única que cubre la salmuera de la pileta en forma de escamas plateadas de intenso sabor, cristales que se alzan sobre la superficie como las olas de los mares antiguos de la campiña andaluza.

 
En la presentación final de carnes y pescados la sal piramidal añade sabor y textura crujiente que sorprende en boca, una forma exquisita de saborear la sal con los cinco sentidos en cada bocado.

 
La sal piramidal es gema salada que seleccionamos en cada cosecha para sorprender en la mesa, un tesoro salado de sabor y saber artesano de salineros del interior que crean nuevos tipos y variedades excepcionales de sal de manantial.
 

Flor de sal de manantial

 

La Flor de Sal es cristal delicado de sal virgen de manantial, mariposa salada que juega en la superficie de nuestras salinas y llega a su mesa en forma de sal blanca, brillante y un sabor especial entre dulce y salado.

 
La Flor acompaña carnes, pescados, verduras y dulces como una última caricia en su presentación a modo de condimento final que despierta en boca sabores de naturaleza y tradición.

 
Descubra nuestra mejor sal artesana, pruebe el sabor especial cosecha de salineros tradicionales, combinación mágica de salmuera natural y saber artesano de sal y salinas de manantial.

Sal virgen de manantial


La Sal Virgen es un producto natural que desde el manantial salado crece en forma de cristal en las salinas tradicionales de la campiña andaluza; una combinación mágica de minerales que llena de sabor a sol, tierra y agua salada.

 
En la preparación o en la presentación de nuestros mejores platos, una pizca de sal virgen realza el sabor propio de carnes, pescados y verduras, añadiendo matices propios de carácter picante y amargo fruto de la combinación natural de diferentes elementos minerales.

 
Descubra nuestra sal virgen, un producto artesano, de puro sabor a salero blanco andaluz, cristal mágico de formas caprichosas que baila a ritmo de soleá entre cantos de piedra y pileta de salina antigua.

Salero Andaluz. Sal y salinas artesanas de manantial


 
La sal forma parte de nuestro cuerpo, de nuestra historia y naturaleza. No hay vida sin sal, ni cultura sin ritos y costumbres ancestrales de saber y sabor salado en forma de sal, salmuera y salero.
Gabela de Sal sirve en su mesa siglos de historia blanca de las salinas de manantial de Andalucía, saber artesano recuperado de los últimos salineros que sueñan con el oro blanco de tiempos de estanco y contrabando de sal.

Le invitamos a un paseo de experiencia y descubrimiento de nuevos sabores, productos teñidos de blanco sal, verde salicornia y azul cielo de salina abierta de campiña que, desde la tradición salinera, renace con un nuevo modelo de aprovechamiento de lo salado de forma saludable, sostenible y sorprendente.
INDUSTRIA ALIMENTARIA. Sal y Salmuera
SALICORNIA. Salicornia
SALINAS DE INTERIOR. Salinas de Interior

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La sal y las salinas de Andalucía, patrimonio industrial olvidado



Cuando empezamos a trabajar en torno a lo salado del territorio, sabíamos que no sería tarea fácil recuperar del olvido uno de los elementos singulares de la cultura andaluza, su sal y sus salinas. Sin embargo, convencidos de su valor histórico y natural, así como de las propiedades saludables y organolépticas de la sal de manantial, comenzamos a desarrollar un nuevo modelo de aprovechamiento de las salinas de interior de Andalucía basado en la gestión de dichos valores y su potencial socioeconómico.
Aprendimos de los últimos salineros de la campiña de Córdoba recogiendo historias de vida y tiempos gloriosos del oro blanco, nos lanzamos al reencuentro de viejas salinas de estanco y contrabando de sal, entramos en la cocina de Apiciana para comprender el valor gastronómico de la sal, y profundizamos en la química de lo salado como alimento y mineral.

Llenamos la Gabela de amigos del mundo de la investigación y difusión de lo gastronómico, lo alimentario y el patrimonio, que nos acompañaron y acompañan en la tarea. Buscamos el apoyo de las instituciones para, que desde lo público y de acuerdo con su responsabilidad en la materia, lo salado volviera a ocupar un espacio en los foros de promoción y difusión de la cultura, la alimentación y el desarrollo económico.
Poco a poco conseguimos que la sal de la campiña cordobesa hiciera del salmorejo, algo cien por cien cordobés, con un nuevo simposio de la Cofradía del Salmorejo dedicado a la Sal de la Vida, e incluso que desde la Federación Nacional de Cofradías Gastronómicas y Vínicas se reconociera el valor de la artesanía de la sal con el primer premio nacional de artesanía culinaria. Llegamos a muchos hogares de Andalucía a través de diferentes noticias y reportajes en diferentes medios de comunicación locales, regionales y nacionales. Paseamos el nombre de Baena, Córdoba, Utrera y Sevilla a lo largo diferentes encuentros con las salinas de Vadofreno, Duernas y Valcargado, entre otras.

Logramos el reconocimiento de las salinas como parte del patrimonio alimentario de la provincia de Córdoba, así como del patrimonio natural e industrial del municipio con la salina de Duernas, e iniciamos una estrategia de diferenciación de la sal de manantial en el ámbito de las indicaciones geográficas protegías y la producción ecológica.
Por todo este trabajo realizado, por las horas de campo y sacrificio de la familia, y sobre todo por esa lagrimas saladas de viejos salineros recordando su salina, nos escuece, como la sal en la herida, que diferentes iniciativas de promoción del patrimonio industrial andaluz anunciadas a bombo y platillo a lo largo de toda la geografía andaluza, vuelvan a olvidar algo tan valioso y poco común de nuestro paisaje y patrimonio como la sal y la salinas.

Durante los meses octubre y noviembre la Consejería de Cultura celebra Las Jornadas Europeas de Patrimonio 2015, Patrimonio Industrial y Técnico con diferentes rutas dedicadas al aceite y las almazaras, el vino y las bodegas, el metal y la minería, y otros tantos elementos de nuestro patrimonio industrial. Lástima que ni las actividades programadas en la provincia de interior en Córdoba, Jaén y Sevilla, con salinas milenarias de interior que resisten el paso del tiempo, ni siquiera en las de provincias costeras como Cádiz, Huelva o Almería, con grandes salinas del litoral, incluyan una visita a estos espacios, verdaderos monumentos e hitos de nuestro patrimonio general histórico, arqueológico, etnológico, natural y como no industrial.
Parece que no corren malos tiempos para la cultura y el patrimonio, no así para la sal y las salinas, que vuelven otra vez al olvido y abandono en tierra de todos y de nadie. Navegamos en aguas revueltas de la minería, la agricultura, la alimentación, el patrimonio, el medio ambiente y la ordenación del territorio; políticas sectoriales que convergen en algo tan simple como una salina. Quizás por eso, entre unos y otros, la casa de la sal siga sin barrer. Cosas que pasan.